Según parece, en Asturias podemos encontrar las huellas de dinosaurios más grandes del mundo.
SE CONOCE COMO COSTA DE LOS DINOSAURIOS AL SECTOR LITORAL DE ASTURIAS COMPRENDIDO ENTRE LAS LOCALIDADES DE GIJÓN Y RIBADESELLA Y CARACTERIZADO POR LA ABUNDANCIA DE HUELLAS Y RESTOS ÓSEOS DE DINOSAURIOS Y OTROS REPTILES JURÁSICOS.
MUSEO DEL JURÁSICO DE ASTURIAS (MUJA)
En un lugar privilegiado de la costa del Principado, a 155 metros sobre el nivel del mar, se alza el Museo del Jurásico de Asturias (MUJA), un museo singular que, bajo la forma de una gran huella tridáctila de dinosaurio, acoge una de las muestras más completas y didácticas del mundo sobre estos fascinantes reptiles.
COMO LLEGAR
Casi 2.500 m2 de espacio expositivo (reproducciones, esqueletos, fósiles etc…) nos adentran en el descubrimiento de las edades de la Tierra y de la forma de vida de estos fantásticos animales que poblaron la costa asturiana hace millones de años.
El jardín del MUJA alberga además más de 20 réplicas de dinosaurio a tamaño real, que son una gran atracción para los más pequeños.
¿QUÉ SON LOS DINOSAURIOS?
El término dinosaurio (lagarto terrible) fue utilizado por primera vez en 1841 por el paleontólogo británico Richard Owen. No obstante, los primeros huesos atribuidos inicialmente a reptiles desconocidos, se hallaron en varias localidades del sur de Gran Bretaña en la década de 1820.
Los dinosaurios constituyeron un grupo particular de reptiles terrestres, de enorme éxito evolutivo, que dominaron nuestro planeta durante un periodo de unos 165 millones de años (entre los 230 m. a., fecha de su aparición en el Triásico Medio, y los 65 m. a., momento de su extinción al final del Cretácico), lapso de tiempo que corresponde a la mayor parte del Mesozoico. Aún faltaban 63 m. a. para que apareciese sobre la Tierra el género humano.
A lo largo de su dilatado periodo vital, los dinosaurios se diversificaron y sufrieron numerosas transformaciones evolutivas, ocupando además una gran diversidad de nichos ecológicos, todos en tierra firme, aunque podían adentrarse esporádicamente en las aguas de lagos, pantanos, ríos y bahías; no obstante ninguno era acuático o volaba (excepto que consideremos a las aves como sus descendientes, según confirman los últimos estudios).
Su tamaño y peso fueron muy variables, oscilando entre el de un pájaro para los adultos más pequeños y las más de 80 toneladas de los más grandes (equivalentes al peso de aproximadamente 14 elefantes). Un rasgo característico de los dinosaurios es que sus extremidades se disponen verticalmente por debajo del cuerpo, mientras que en la mayoría de los reptiles éstas salen lateralmente del mismo, adoptando una disposición arqueada.
Se pueden clasificar atendiendo a su estructura pelviana en dos grandes grupos, los saurisquios (con cadera de reptil) y los ornitisquios (con cadera de ave). Entre los primeros se encuentran los terópodos (carnívoros), y los sauropodos (herbívoros). Entre los ornitisquios destacaban los ornitópodos junto con los dinosaurios con placas (estegosaurios), con armadura (anquilosaurios), y con cuernos (ceratopsios), todos ellos
herbívoros.
Atendiendo a su modo de locomoción los dinosaurios se pueden clasificar en bípedos y cuadrúpedos. Los primeros, como es el caso de los terópodos y la mayoría de los ornitópodos, caminaban erguidos como las grandes aves corredoras (avestruces), aunque algunos de ellos (ciertos ornitópodos) podían eventualmente desplazarse con las cuatro extremidades sobre el suelo. Los cuadrúpedos, como los saurópodos y los provistos de cuernos, placas y armaduras, caminaban en cambio utilizando a la vez las extremidades delanteras y traseras, como los actuales rinocerontes.
¿CÓMO ERA EL MUNDO EN EL JURÁSICO?
Contramolde de la huella de un pequeño dinosaurio carnívoro junto con grietas de desecación
El término Jurásico debe su nombre a los montes del Jura, situados en la frontera entre Francia y Suiza.
El Periodo Jurásico, con una duración de unos 62 m. a. (desde los 206 m. a. hasta los 144 m. a.), se encuentra Situado entre el Triásico y el Cretácico y constituye la parte central del Mesozoico, a su vez limitado por dos grandes eventos biológicos, la extinción de finales del Pérmico (la más devastadora de todas) y la del fin del Cretácico (la más conocida, por ser en la que se extinguieron los dinosaurios).
En cuanto a los dinosaurios se refiere, fue la época del dominio de los grandes saurópodos, que aparecieron en el Jurásico Inferior y alcanzaron su máximo apogeo y diversificación en el Jurásico Superior. Durante este periodo surgieron también las primeras aves. Todavía no existía la hierba, ni se habían desarrollado aún las plantas con flores.
A principios del Jurásico comenzó la disgregación progresiva del supercontinente Pangea para ir dando poco a poco al planeta el aspecto actual en la posición de los continentes y las masas de agua. En ese mundo había una ausencia aparente de hielo en los polos, y las diferencias de temperatura entre la zona polar y la ecuatorial eran mucho menos acentuadas que en la actualidad.
Tronco de árbol fósil en posición de vida, conservando aún parte de sus raíces
El mundo en el jurásico +
HUELLAS DE PISADAS DE DINOSAURIOS
Los dinosaurios, al desplazarse sobre un sedimento (fango o arena), producían una serie de impresiones en el mismo a las que denominamos huellas de pisada o icnitas. Al conjunto de éstas, ordenadas consecutivamente siguiendo una dirección determinada se le denomina rastro. Las icnitas nos pueden proporcionar información sobre el comportamiento de los dinosaurios y sobre el ambiente en el que vivían. Su estudio permite además complementar los datos obtenidos a partir de los restos óseos. A diferencia de estos últimos, que es necesario extraer de la roca y limpiar para su posterior estudio y clasificación en el laboratorio, las huellas, nos proporcionan a menudo mucha información directamente, mediante su observación en la superficie del estrato que las contiene. Indican el lugar exacto por donde pasó el dinosaurio, lo que no ocurre con sus huesos, que a menudo se encuentran en lugares diferentes de donde yacían, al haber sido arrastrados por corrientes de agua. La observación de una icnita puede indicar por ejemplo si el dinosaurio era grande o pequeño, herbívoro o carnívoro, su hábito de locomoción bípedo o cuadrúpedo, la forma aproximada y el número de dedos de los pies o de las manos y si se trataba de la huella de una extremidad derecha o izquierda. Son varias las medidas que pueden hacerse en las icnitas aisladas, tales como longitud, anchura y profundidad, comunes para dinosaurios bipedos y cuadrúpedos; en las tridáctilas de terópodos y ornitópodos se tiene en cuenta además la longitud y anchura de los dedos, así como los ángulos interdigitales, en el caso de huellas de dinosaurios cuadrúpedos se mide también la longitud del par mano-pie y la distancia entre ambos. Los saurópodos se caracterizaban por dejar huellas de pies muy diferentes a las de las manos, tanto en la forma como en el tamaño. Las de los pies son más grandes, y suelen terminar en cinco dedos muy cortos, mientras que las de las manos raramente muestran impresiones de éstos. Por el contrario, otros cuadrúpedos como los dinosaurios acorazados y los dinosaurios con cuernos muestran diferencias mucho menores entre la forma y tamaño de las huellas de sus pies y manos, puede ser más bien roma (ornitópodos) o bien muy puntiaguda, correspondiente a impresiones de garras (terópodos). Algunas de las medidas a tener en cuenta en los rastros (tanto en dinosaurios bípedos como en cuadrúpedos) son el paso, el ángulo de paso, la zancada, el ángulo que forman las icnitas con la línea media del rastro y anchura interna y externa del mismo. La longitud del tronco o distancia glenoacetabular, se aplica exclusivamente a los cuadrúpedos. A partir del rastro podemos deducir la forma de desplazarse, la velocidad aproximada con que lo hacía, la altura de la cadera y la longitud del tronco en los cuadrúpedos. Por lo general, los rastros de dinosaurios cuadrúpedos son más anchos que los de los bípedos como resultado de su diferente estructura corporal. Además, esta anchura está a su vez en función inversa a la longitud de las extremidades y a la velocidad de desplazamiento del reptil.
ESQUEMA DE ALGUNAS DE LAS MEDIDAS A TENER EN CUENTA PARA ICNITAS INDIVIDUALES Y RASTROS DE DINOSAURIOS BIPEDOS Y CUADRUPEDOS.
¿CÓMO SE FOSILIZARÓN DE LAS HUELLAS? +
Cuando las huellas se formaron el sustrato era blando; sólo más tarde, después de haber sido profundamente enterradas se convertirán en roca dura, Para que una huella quede fosilizada en un estrato es necesario además que se cumplan una serie de condiciones. En primer lugar, el sedimento sobre el que se crea la huella debe tener una composición distinta a la del que la rellena posteriormente, como ocurre por ejemplo cuando el dinosaurio pisa sobre fango, creando un hueco que es más tarde recubierto por arena, obteniéndose así una réplica o contramolde natural. Además, es preciso que una vez formada la huella no actúen agentes erosivos que la destruyan, como corrientes de agua u oleaje; también pueden afectarla agentes biológicos, como las pisadas de otros dinosaurios. Cuando un dinosaurio pisaba en un suelo blando, producía una deformación no sólo en el estrato más superficial sino además en los situados inmediatamente por debajo de él, en los que creaba también impresiones de contorno cada vez más difuso y redondeado que se denominan subhuellas. La profundidad de una determinada icnita depende del peso del dinosaurio y de la textura y composición del sedimento sobre el que pise. Así, por ejemplo, se crearán huellas más profundas sobre el fango blando de una charca que sobre la arena de una playa. También existirán diferencias entre dos sedimentos de la misma composición pero con distinto grado de humedad (ej. fangos cubiertos por agua o fangos secos). En el primer caso la profundidad de la huella suele ser mayor y su contorno más difuso.
Esquema de la formación de una huella
LAS ROCAS Y EL PAISAJE JURÁSICO DE ASTURIAS +
Los afloramientos más espectaculares de rocas del Jurásico de Asturias se extienden de forma prácticamente continua a lo largo de un segmento de costa comprendido entre el Cabo Torres (al oeste de Gijón) y el pedrero de Arra (dos kilómetros al este de Ribadesella). Están limitados en ambos casos por dos importantes fallas que los ponen en contacto con rocas mucho más antiguas pertenecientes al Paleozoico. Una manera de ordenar sistemáticamente estas rocas consiste en agruparlas en conjuntos de características similares denominados Formaciones. Según este criterio, las rocas jurásicas de Asturias pueden agruparse en diversas formaciones ordenadas en el tiempo de más antigua a más moderna, creando así lo que se conoce como una columna estratigráfica. El estudio detallado de estas formaciones nos ha permitido reconstruir el paisaje jurásico de Asturias. No obstante, esta mirada al pasado no puede evaluarse de una manera general, sino a través de diversas etapas sucesivas, dado que el paisaje sufrió múltiples cambios a lo largo de un periodo de tiempo que duró 62 millones de años.
Esquema de la formación de una huella
______________Asturias, donde el verde de sus praderas se mezcla con el azul del mar y la naturaleza se abre paso en forma de bosques y lagos, guarda el secreto de aquellos habitantes que vivieron en sus tierras hace más de 150 millones de años: los dinosaurios. La costa asturiana, además de fantásticas playas, es el lugar perfecto para ir tras las huellas de estos habitantes del Jurásico.
Mayores y pequeños disfrutarán recorriendo el litoral entre las localidades de Gijón y Ribadesellabuscando y descubriendo icnitas de estos seres que, desde niños, han cautivado nuestra imaginación. Los hemos «visto» en el cine o en documentales, pero su rastro real está muy cerca, por ejemplo en la costa asturiana.
Antes de iniciar la ruta se hace imprescindible una visita a uno de los mayores museos dedicados a estas especies extintas que habitaron la Tierra.Situado en lo alto de una colina con el Cantábrico como telón de fondo se levanta, en forma de enorme huella tridáctila, el Museo del Jurásico (MUJA) . Las colecciones muestran la evolución de la vida desde sus inicios hasta la llegada del hombre prestando especial interés a la conocida como «Era de los Dinosaurios». El museo divide el espacio en tres períodos: Triásico, Jurásico y Cretácico, siendo la colección de vertebrados la más completa del Jurásico de España.
Museo del Jurásico. Está situado en la rasa de San Telmo (Colunga), con vistas al puerto de Lastres y a la playa de La Griega
El visitante se verá arrastrado a un viaje en el tiempo con un esqueleto parcial de cocodrilo marino, una ulna -equivalente a nuestro cúbito- de braquiosáurido de 1,25 m de longitud, un esqueleto parcial de Estegosaurio, diversos huesos de Plesiosaurios, numerosos restos óseos de tortugas marinas y varios ejemplares incompletos de peces.Una vez completada la visita al museo empieza el verdadero recorrido por la «Costa de los Dinosaurios», una ruta a lo largo de nueve yacimientos que invita a los amantes del Jurásico a descubrir las icnitas de este periodo más importantes de España.
Tras Las Huellas del Jurásico en Villaviciosa
Playa de Merón
Playa de Merón– TURISMO DE ASTURIAS
En el concejo de Villaviciosa se encuentra la Playa de Merón donde se puede ver el rastro de un dinosaurio cuadrúpedo -estegosaurio- formado por 12 huellas consecutivas de manos y pies además de algunas icnitas tridáctilas de dinosaurios bípedos.
Faro y Puerto de Tazones
Tazones– Turismo de Asturias
El Faro de Tazones y el Puerto de Tazones guardan también el misterio de los dinosaurios. En el primero pueden observarse numerosas huellas de dinosaurios caudrúpedos, terópodos y pequeños ornitópodos. Por su parte en el yacimiento del puerto de Tazones, en un acantilado, se pueden distinguir diversas huellas de terópodos y saurópodos.
Tras Las Huellas del Jurásico en Lastres
Acantilado de Luces
Acantilado de Luces– Noé Baranda /TURISMO DE ASTURIAS
La siguiente parada lleva a descubrir en las cercanías de Lastres el yacimiento de icnitas del acantilado de Luces. El visitante tendrá que recorrer un camino antes de llegar a diversos grupos de icnitas tanto de saurópodos como de terópodos siendo llamativo un rastro de saurópodo formado por tres huellas de gran tamaño en el que se pueden identificar los dedos del animal.
Playa de la Griega
Ruta de los dinosaurios en la Playa de La Griega– TURISMO DE ASTURIAS
En Colunga se encuentra el yacimiento más conocido y accesible de Asturias. En una senda paralela a la playa de La Griega el visitante puede contemplar unas de las mayores huellas de saurópodos del mundo, de 125 centímetros de diámetro, además de otras icnitas de terópodos.
Tras Las Huellas del Jurásico en Ribadesella
Playa de la Vega
Playa de La Vega– TURISMO DE ASTURIAS
El entorno de la playa de la Vega es un Monumento Natural con especies únicas y gran belleza paisajística con un arenal que es uno de los más extensos de Asturias. Los afortunados que se acerquen hasta el acantilado oriental de la playa pueden observar un yacimiento formado por tres icnitas además de numerosos fósiles de organismos marinos.
Acantilado de Tereñes
Acantilados de Tereñes– Departamento Científico del Museo del Jurásico de Asturias
Uno de los yacimientos más importantes, tras el de la Playa de la Griega, es el Acantilado de Tereñes, en las cercanías de Ribadesella. En este yacimiento de icnitas destacan cuatro rastros paralelos de ornitópodos, uno de terópodo y otro muy espectacular de estegosaurio, en el que están representadas las huellas de manos y pies. En una pequeña ensenada situada a unos 90 metros al oeste del Peñón del Forno se encuentra un bloque suelto de arenisca rojiza, en cuya superficie verticalizada, aparecen diversas huellas tridáctilas de pequeño tamaño creadas por dinosaurios bípedos.
Playa de Santa marina Ribadesella
Ribadesella– TURISMO DE ASTURIAS
La playa de Ribadesella, además de ser una de las más turísticas por su extensión y finísima arena, puede presumir de tener numerosos rastros formados por pisadas de dinosaurios cuadrúpedos, probablemente saurópodos que son fácilmente visibles en el acantilado en estratos verticales. Además, también se pueden contemplar, al final del paseo que recorre la playa, algunas icnitas de dinosaurios carnívoros (terópodos).
Fuente:www.abc.es y www.turismoasturias.es Planos de www.verdenorte.com
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