Un recorrido de 135km entre las provincias de Asturias y Cantabria, una ruta dirigida en exclusiva para los amantes del cine fantástico y de terror y que nos llevará a 4 palacetes envueltos con un halo de magia y, por qué no decirlo, también de un cierto «canguelo».
De la mano de José Gómez Fernández en su articulo de la revista online la Tarantula (ver articulo completo) vamos a conocer auténticos lugares, nunca mejor dicho «de cine», para pasar miedo.
Caserones de cine en Asturias y Cantabria
Fotografía de portada: ©José Gómez Fernández
Nuestra ruta es sencilla. Abarcará tan sólo dos provincias: Asturias y Cantabria. Estamos listos? Pues cogemos el coche y comenzamos.
1º Llanes…. el Palacio de Partarriu
Hablamos de un bello municipio asturiano, y que alberga uno de los tesoros de nuestro viaje. No nos resultará demasiado complicado encontrarnos con él. Poco antes de entrar en el casco urbano, en la acera de la izquierda, delimitado por un antiguo muro de piedra y rodeado de un fantasmal jardín nos encontramos con la que va a ser nuestra primera parada obligada: el palacio de Partarríu. Esta escalofriante casa de arquitectura indiana data de comienzos del siglo pasado.Hoy sin embargo lo que se alza ante nuestra vista es un palacio deshabitado, lúgubre y ciertamente tétrico. ¿Pero por qué nos hemos detenido aquí? La respuesta es sencilla. No hace mucho tiempo las piedras que hoy observamos fueron testigos de la búsqueda desesperada de una madre por encontrar a su hijo, un niño de nombre Simón que había desaparecido de forma inexplicable en el interior de este edificio. Éste fue el lugar donde Belén Rueda buscaba desesperada a su hijo y no dudaba en contactar con los fantasmas de sus amigos de infancia con el fin de que la ayudasen en tan angustiosa búsqueda. Sí, lo habéis adivinado. Estamos delante de él, estamos delante de El Orfanato.
2º Comillas… el Palacio de Sobrellano
A tan solo 45 kilómetros de nuestra primera localización, será testigo de nuestra siguiente parada. Es a la entrada de esta localidad donde nos encontramos con otro antiguo edificio visible casi desde cualquier punto de este pueblo: el palacio de Sobrellano. De estilo neogótico y sobrecogedoras dimensiones hoy en día se ha terminado convirtiendo en todo un símbolo de esta localidad norteña. Un pequeño apunte histórico nos diría que su construcción data de finales del siglo XIX y que su valor artístico resulta absolutamente incuestionable, sin embargo para nosotros este antiguo palacio decimonónico guarda otro valor añadido. Si lo observamos con detenimiento, si intentamos rescatar esta imagen de ese amplio archivo de recuerdos que atesoramos los amantes del cine de género, aún podríamos escuchar los gritos de terror de las internas que años atrás se alojaron dentro de este edificio, dentro de La Residencia que fuese en su día, la del interesante debut en el cine de Narciso Ibáñez Serrador en 1969.
3º Comillas… el Palacio del Duque de Almodóvar del Río
Y es que en la zona alta de esta villa, en el ya conocido como Prado de San José y a apenas unos metros de la gran estatua del marqués de Comillas nos espera un nuevo edificio, quizá el más sobrecogedor de cuantos visitemos en este ruta. Se trata del palacio del Duque de Almodóvar del Río, una impresionante mansión de estilo ingles de finales del siglo XIX. Absolutamente imposible pasar al lado de este edificio y no detenerse unos instantes sobrecogidos por la extraña belleza de dicho palacio. Y es que no existe una mansión más fantasmal y al mismo tiempo más cinematográfica que ésta. Como no podía ser de otro modo, un edificio como éste tenía que convertirse en escenario de un buen número de películas del género. Prueba de ello, el último título en la filmografía del recordado Paul Naschy: La herencia Valdemar.
4º Arenas de Iguña… el Palacio de Hornillos
( a 24km de Torrelavega, en la carretera de Reinosa)
Dentro de este municipio seguir las indicaciones que encontraremos y que nos guiarán hacia el barrio de Las Fraguas. Resulta aconsejable aparcar el coche en cualquiera de sus rincones para visitar el barrio a pie. Un paseo por sus solitarias calles, escuchando el sonido de las pisadas rompiendo el silencio allí presente, es uno de esos recuerdos que quedarán grabados para siempre. A la salida ya de este barrio, tan alejado que casi se aproximaría ya a la carretera, pero lo suficientemente aislado como para pensar por un instante que el resto del mundo ha desaparecido, nos encontramos con el palacio de Hornillos, un espectacular, bello e inquietante palacio decimonónico de estilo inglés ubicado en la finca más extensa de toda Cantabria. El edificio se rodea de un impresionante jardín con estanques artificiales y árboles centenarios, lugar en el que, actualmente, y quizá rompiendo esa magia que tanto caracteriza este lugar, hoy pastan los animales. Sin embargo, hace algo más de diez años, millones de personas de todo el planeta estuvieron pendientes de los fenómenos extraños que sucedían en su interior, en las habitaciones de aquel fantasmagórico caserón envuelto en la más absoluta de las tinieblas; un lugar donde la luz del sol se convertía en el mayor enemigo de aquellos inquilinos de tez pálida que por entonces lo habitaban, y la razón por la que gruesas y oscuras cortinas cubrían día tras día todas sus ventanas; un sobrecogedor caserón dentro del cual ninguna puerta podía abrirse sin haber cerrado antes la anterior. Y es que hace más de una década eran Nicole Kidman y sus hijos los que habitaban el mismo. Sí, hace ya trece años ésta fue, y por siempre será recordada, la escalofriante casa de Los Otros.
Con el palacio de Hornillos ponemos fin a nuestra ruta. Han sido 135 kilómetros a través de los cuales nos hemos acercado un poco más a la historia del cine de terror español. Asturias y Cantabria nos han mostrado esa otra cara no por muchos conocida que engrandece aún más si cabe el enorme atractivo que atesoran ambas provincias.
Comienza a hacerse de noche y es mejor marcharse. Ya sabemos lo que acontece en parajes como estos cuando el sol se oculta y la oscuridad de la noche se convierte en protagonista…
¿Quién se apunta a un recorrido de miedo?