En Teixo, justamente detrás del albergue, arranca la pista forestal por la que se inicia el paseo hacia el Alto de Ouroso.
El camino es ancho y transitable por vehículos todoterreno, por lo que no hay apenas posibilidad de pérdida. La ruta discurre cómodamente entre amplios pastizales, brezales y pinares de repoblación para así alcanzar un rellano sobre el que existe una pequeña laguna.
A media mañana son muchos los caballos que se acercan a este punto para abrevar y refrescarse a la sombra de los pinos. Los animales pastan en estado semisalvaje y requieren escasas atenciones por parte de sus dueños, por lo que la cabaña caballar se ha incrementado notablemente en los últimos años.
El itinerario prosigue ahora con menor pendiente al abrigo de pequeños bosquetes de pino silvestre, especie que soporta mejor las heladas invernales, motivo por el cual, ha sido abundantemente plantada en las alturas de la Sierra de Ouroso; es además el de crecimiento mas lento y menor envergadura, sin embargo, su porte tortuoso combinado con brezos dan lugar a un bosque de gran belleza que, en las neblinas de la mañana, ofrece un mágico aspecto de bosque encantado.
Continuamos la ascensión disfrutando de las excelentes vistas pudiendo divisar las cumbres leonesas de Ancares, la vecina provincia de Lugo, la comarca de los Oscos y gran parte de la mariña lucense.
Una vez en el alto del Ouroso, de 1031m, volvemos sobre nuestros pasos hasta el punto de inicio.