El itinerario jacobeo por el concejo de Salas guarda muchas sorpresas agradables a los peregrinos y tal vez una de las más solemnes es la que tienen los caminantes cuando enfocan en lontananza las torres barrocas de San Salvador de Cornellana o cuando se topan justo al lado del camino con el triple ábside de la iglesia de este monasterio.
San Salvador de Cornellana, con su iglesia y su cenobio resulta imponente en todos los sentidos, y por supuesto es parada obligada para contemplar tanto el exterior como el interior de este conjunto espectacular, que además cuenta en su entorno con un impresionante crucero.
Así que no te olvides que esta ruta de civilización que es el Camino de Santiago tiene en Salas hitos incomparables y uno es San Salvador de Cornellana.
El monasterio de San Salvador fue fundado en el año 1024 por la infanta Cristina, hija del rey Bermudo II y de la reina Velasquita, que se retiró a este convento tras la muerte de su marido Ordoño. A la muerte de la infanta, sus descendientes cedieron el monasterio en 1122 a los monjes de Cluny para que establecieran un cenobio benedictino.
Sobre la puerta del huerto existe un relieve de una osa amamantando a una niña, con dos cabezas de león a ambos lados. Este relieve trasmite la leyenda popular que cuenta como una niña, la infanta Cristina, se perdió a muy corta edad en los bosques asturianos y logró sobrevivir gracias a que fue amamantada y protegida por una osa.
El conjunto arquitectónico del monasterio de San Salvador de Cornellana incluye la iglesia y el monasterio adjunto. La iglesia de San Salvador, románico reformado en la segunda mitad del siglo XVII, tiene planta basilical de tres naves, separadas mediante pilares cruciformes, con una cabecera de tres ábsides y una torre adosada al lateral derecho, de dos pisos y planta cuadrada. Las reformas del siglo XVII se centraron fundamentalmente en la construcción de una nueva cubierta abovedada, en el añadido de un coro elevado a los pies del templo y en la remodelación de la fachada. El interior se decora con excelentes retablos del siglo XVII.
La cabecera conserva los rasgos estilísticos del estilo románico con tres ábsides semicirculares y escalonados, precedidos de tramo recto. Al exterior, los ábsides se decoran con columnas adosadas, ventanas en arco, molduras horizontales y canecillos decorados. Muy cerca se eleva la torre campanario, cuya forma cuadrada destaca en altura y contrasta con los muros curvos de los ábsides.
A principios del siglo XVII y principios del XVIII se reformó el resto de las dependencias monásticas. Se dotó al monasterio de una elegante fachada de dos pisos, con ventanas molduradas en el primero y balcones de hierro en el segundo. El cuerpo central se adorna con los motivos típicos del barroco: columnas, balcones, frontón partido y enorme escudo.
El claustro barroco, sustituto del medieval, tiene planta cuadrada y dos pisos, que combinan las arcadas en el inferior con los balcones moldurados del primero. Conserva también dos puertas románicas de la anterior fábrica.
HORARIOS Y TARIFAS
Solo es visitable el exterior