Oviedo, la capital del Principado de Asturias, es una ciudad acogedora y amable en el más amplio sentido del término. Tal parece que hubiera sido pensada hace muchos siglos para un estilo de vida cálido y sencillo. En realidad parece concebida para la dimensión humana, donde los ritmos cotidianos y los detalles están al servicio de las personas y no al revés. Por eso todo en Oviedo es alcanzable, asequible, sin estrés y siempre con la sonrisa puesta. Por eso en Oviedo todo es fácil…
Naturaleza, Arte Prerrománico, fiesta, gastronomía, Premios Princesa…y muchas cosas más en el concejo de Oviedo, ubicado en el corazón de Asturias y su capital es también la del Principado, y fue en el pasado capital del primer reino cristiano de la Península Ibérica y origen del Camino de Santiago.
La capital asturiana es hospitalaria y dinámica, donde cada día se puede experimentar algo diferente, y posee una intensa vida cultural y comercial, y de barrio, cada uno con su impronta y atractivo.
El nacimiento de la ciudad de Oviedo – ostenta los títulos de ‘muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heróica y buena’ – tiene todos los ingredientes legendarios y épicos de las grandes gestas. Desde antaño conserva su impronta monástica y regia, y sigue siendo primigenia referencia del Camino de Santiago Primitivo, aquel cuyo fundador fue también un rey asturiano, D. Alfonso II.
De humanas dimensiones, está especialmente pensada para el paseo, ya que cuenta con múltiples calles peatonales, y donde cada rincón encierra una sensación inesperada: el mercado del Fontán, el boulevard de la sidra, la fuente Prerrománica de La Foncalada, la Catedral con una torre gótica y otra románica, el casco histórico que ha sido fuente de inspiración para literatos como Clarín o Pérez de Ayala, arquitectura civil contemporánea o una intensa agenda en la que destacan entre otras, la temporada de ópera o la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias.
Así es la ciudad de Oviedo, monástica, regia y jacobea, faro de la cristiandad en la Baja Edad Media, que aún atesora entre sus reliquias una referencia universal: el Santo Sudario.
El Monte Naranco – lugar de peregrinación y de pruebas deportivas -, o la zona de Faro, Limanes, Santa Ana de Abuli, etc. conforman un entorno rural agradable para el paseo, para las visitas a monumentos o para disfrutar de la gastronomía y de la sidra, en un concejo festivo, hospitalaria y amante de las tradiciones asturianas.